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jueves, 14 de junio de 2012

La orden del Temple

Los condes de Traba y la Orden de los Templarios.



Rafael Lema Mouzo


Uno de los protagonistas de la historia de la Galicia Medieval fue el conde de Traba Pedro Froiláz . Don Pedro se titulaba además conde de Galicia, y de Trastámara desde 1125. fue ayo del rey Alfonso VII a quien protegió de niño en sus tierras de la Costa da Morte, y antes sirvió de criado de Alfonso VI. Sus descendientes asimismo sirvieron a varios reyes en Castilla y Portugal.


Estos nobles eran los tenientes de los castillos del rey en Traba de Laxe, en la zona oeste de los famosos penedos de Pasarela, entre otros servicios como la tenencia del castillo de San Jorge, en el monte Pindo. Los Traba son el linaje o grupo aristocrático mas famoso de la Galicia medieval. El conde Pedro Froilaz de dos matrimonios tuvo seis hijos varones y nueve mujeres. Varios de sus descendientes se seguirán titulando comites, condes, y gobernando el castillo de Traba, principal atalaya defensiva de Bergantiños, Soneira y Fisterra en su época, como sus hijos Fernando y Rodrigo, su nieto Gonzalo Fernández y su bisnieto Gomez González.




El futuro rey Fernando II fue alimentado y criado en casa de Fernando Pérez, lo que da fe de la convivencia íntima de los monarcas castellano leoneses y esta casa. Así muchos de los descendientes del conde Pedro emparentaron con sangre real de las coronas hispanas. García Pérez, hijo de Pedro Froilaz casó con Elvira, hija de la reina Urraca. Bermudo Pérez casó con Urraca Enríquez, hermana del primer rey de Portugal. Teresa, hija de Fernando Pérez casó en segundas nupcias con el rey castellano Fernando II. Rodrigo Gómez casó con Mayor Afonso, hija de Alfonso IX.



Además de su valía en la guerra en la convulsa política de la época, fueron mecenas de nuevos monasterios, como el de cisterciense de Sobrado, directamente vinculado a la reforma de Claraval, en cuya fundación en 1142 tomaron parte Bermudo y Fernando Pérez de Traba. Un monasterio que entre sus 26 granjas contaba con posesiones en la Costa da Morte como el cenobio de Almerezo y terrenos cedidos por los Traba.


Bermudo y Fernando Pérez son hombres de mundo y de fe. Bermudo tras enviudar de la hija del rey portugués, se hace monje en Sobrado; su hermano Fernando se incorpora al ejercito templario para la toma y defensa de Jerusalén, ciudad que visita en dos expediciones con otro hermano, Rodrigo. Sabían de Bernardo de Claraval y su reforma, de los nuevos rumbos de la iglesia y de la religiosidad en una etapa de expansión, de construcción y vitalismo, en donde los vínculos con oriente se acrecientan al impulso de las cruzadas. Así apadrinan a los cistercienses en Galicia.


Los cruzados toman Jerusalén en 1099 y la pierden en 1187. Desde 1124 los templarios o Orden de los Pobres Compañeros de Cristo se hacen con la línea de defensa y los enclaves simbólicos de la ciudad, acondicionando viejos templos con su afán de sincretismo, transformando en capilla la mezquita al-Aqsa y en iglesia de Santiago a la Cúpula de la Cadena, recinto que utilizan como iglesia particular de la orden e incluso llegan a consagrar solemnemente como Templo del Señor en 1142. Fecha de la fundación de Sobrado por un templario, punta de lanza cisterciense, en la tierra de Santiago. Así pues con el nombre tan simbólico de Santiago los templarios escogen su iglesia madre, su primer templo, conociendo el significado de la escatología esotérica islámico-hebraica del lugar, que traducen a su gnosis particular, considerándolo como templo del grial, y manifestando esta creencia mediante la presencia material de un recipiente, conteniendo sangre de Cristo, suspendido sobre la roca sagrada.




El templo del grial estaba en el centro del centro del mundo, y al lado del recipiente graálico se encontraba un lignum crucis patriarcal con un fragmento de la vera cruz, hecho con un trozo del árbol de la vida. Junto a estos símbolos ardía una candela de oro señalando el lugar donde María había presentado a Jesús en el templo el día de la Purificación, la Candelaria, manifestación de la luz divina. Los templarios ordenaron estos puntos con una ronda ritual que todos los peregrinos debían seguir dentro del recinto sagrado. Y en estos misterios participaron los cruzados gallegos y los nobles de la casa de Traba, padrinos del Temple en sus tierras, fundadores de capillas, monasterios e iglesias, e introductores de nuevas creencias y ritos.


Gelmírez predicaba que la conquista del sur de España a los árabes era el paso previo para la toma de los Santos Lugares, y para la monarquía castellana y la Iglesia la reconquista hispana era una cruzada. A pesar de la prohibición de enviar soldados a Tierra Santa necesarios en la península, cientos de gallegos se embarcaron en los ejércitos cruzados. Una de las rutas de las flotas del Temple pasaba por Galicia desde La Rochelle. En 1111 cruzados bretones tocaron las costas gallegas y nobles galaicos rebeldes contra la monarquía los contrataron como almorávides, merenarios.


Beremundo, patriarca de Jerusalén, y Gerardo, prior de la iglesia del Santo Sepulcro de la misma ciudad piden armas y hombres a Gelmírez y éste se los envía.
Participaron los condes Fernando Pérez y Rodrigo Pérez, hijos de Pedro Froilaz de Traba.
Fernando Pérez de Traba en 1153 recuerda sus dos viajes, como un acontecimiento memorable de su vida, “anno quo ego comes Fernandus secundo Ierosolyman perexi”. En su sepulcro en Sobrado una cruz recuerda su condición de cruzado, de hombre del Temple. En el s. XVII un monje del monasterio describe esta tumba antes de la demolición de la iglesia, indicando que “ Tiene fuera del arco, en una piedra o sillar, una cruz esculpida que denota haber sido de los que con la cruz pasaron a la conquista de Hierusalén”.





Rodrigo Pérez estuvo también dos veces en Jerusalén y dejó constancia de su paso en el cartulario de la iglesia del Santo Sepulcro, de mediados del s. XIII. Allí quedó anotada la donación del noble gallego a esta iglesia en 1138, una de las más célebres del mundo cristiano. Don Rodrigo que en oriente afirmaba que era conde de una tierra próxima a la iglesia de Santiago, donó “ a tan santa como gloriosa iglesia del Santo Sepulcro del Señor la villa de Pasarela, con sus treinta y un casales, en los términos del castillo de Traba”. Evidentemente se trata de la actual Pasarela, en la parroquia de San Juan de Calo (Vimianzo), al lado de los penedos señoreados por el antiguo castillo en la Pena do Castelo. En el s. XVI la parroquia contaba con el mismo número de casas o lumes, y ya a mediados del s. XVIII, pasaba de setenta casales poblados. De la vieja hidalguía local quedan los escudos heráldicos de los Castro y Calo y los Álvarez de Calo, emparentados con los Carantoña, milicia de los condes de Altamira. Uno de sus miembros cuenta con un bello mausoleo en el interior del templo parroquial. Era la segunda vez que don Rodrigo visitaba los Santos Lugares y consiguió que al pie del documento en donde constaba su donación figurase el sello del patriarca Guillermo. Esta prueba de prestigio fue exhibida con orgullo a su vuelta a Galicia.


Compañeros de lucha del conde gallego figuran como testigos de la dádiva, militares como Arias Savaríguez, Xoan Arias et alli non paici.. Y fue también confirmante Petrus Yspaniensis frater templi militum. Un hermano templario. Estos nobles no viajaban solos, sino con su séquito, con su mesnada, máxime cuando estamos ante dos de los miembros más sobresalientes de los grupos aristocráticos del s. XII. Del mismo modo estos bravos hombres del Temple tras la batalla no perdían la ocasión de orar en los lugares en donde Jesús predicó. La iglesia del Santo Sepulcro estaba en el monte Calvario y su modelo circular fue reproducido en toda el mundo por el Temple, custodio de esta iglesia y de los santos lugares. Es el centro sagrado de la nueva ley, la tradición reciente, uno de los dos pilares junto a la Moriah, el Templum Domini, que usaban e su simbología los templarios. De estos contactos bélicos, llegan intercambios comerciales y culturales, también reliquias, uno de los grandes negocios de los templarios, sustento de muchas de sus campañas y sobre todo los ideales cruzados, la difusión en el Finisterre de la religiosidad vinculada a la devoción al Santo Sepulcro y a los Santos Lugares. Gelmírez en un suburbio de Compostela reedifico la iglesia del Santo Sepulcro a la que llevó el cuerpo de santa Susana robado de la catedral de Braga. La historia compostelana etlan trae información sobre la devoción en el entorno compostelano al Santo Sepulcro y las influencias entre la cruzada y la reconquista entre Compostela y Jerusalén.Ideas como la guerra santa nacen de esta interrelación..

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